¿Vale la pena tener un sitio web?
si te interesa la respuesta sigue leyendo que se pone bueno.
Desde hace algún tiempo las redes sociales se han apoderado de la comunicación en internet, y es precisamente por este motivo que me he topado en varias ocasiones entre algunos prospectos de clientes con la idea de ¿Para que invertir tiempo y recursos en una plataforma propia cuando se pueden obtener mejores resultados, sin invertir un peso con un buen manejo en redes sociales?
Entre todo esto, surgen datos que ayudan a sustentar la idea anterior, por ejemplo la revista PC Mag publicó el año pasado que de los 1,710 millones de páginas web que hay en el mundo el 99.94% estaban abandonadas, lo que significa que solo 200 millones están activas.
Los hábitos de Millennials y Centennials
Otro punto es que los Millennials y Centennials han migrado masivamente como audiencia a las redes sociales, propiciando en los últimos años una reducción importante en el tráfico al sitios web, adicionalmente montar un sitio web conlleva una serie de costos como dominio, hosting, diseñadores, estrategia SEO actualizaciones mantenimientos y otros costos y gastos en contraparte las cuentas de Facebook, Instagram, Linkedin, YouTube y hatsa whatsapp ofrecen cuentas gratuitas.
Facilidad para crear una cuenta en redes
Es sorprendente constatar que para montar una cuenta empresarial en redes sociales no es nada difícil. No se requieren conocimientos digitales, solo un poco de tiempo y paciencia.
¿Vale o no vale la pena?
Aún y todo lo anterior, una página web si vale la pena y es mucho más útil de lo que podríamos pensar, inclusive en estos tiempos donde domina el Tik Tok e Instagram.
Las audiencias ¿son nuestras?
Empecemos por mencionar que las audiencias que tenemos en nuestras redes sociales no son nuestras son de las distintas plataformas, y la información que podemos obtener de ellas son las que cada plataforma nos quieran facilitar, por otra parte si alguna de estas redes sociales por laguna razón desaparece, también se esfumarán nuestra audiencia la cual seguramente contó mucho trabajo y dinero conservar.
Una página web nos permite tener un control total de nuestra audiencia, que dicho sea de paso debemos capturar de las redes sociales llevándola a nuestro sitio web, seguramente nunca será tan nutrida como la de las redes sociales, pero será nuestra.
Identidad de marca
Una gran fortaleza de un sitio web es que al ser desarrollada a medida, transmite la identidad de la marca mediante imagen y contenido en contraparte las redes sociales limitan la identidad e incluso homogenizan la imagen. Adicionalmente un sitio web puede presentar la información que considere importante y mostrarla de una manera muy atractiva dependiendo de los usuarios.
Interacción, base de datos y estrategia
Se cuentan con muchas herramientas para medir la interacción de los usuarios con las distintas secciones de la página web lo que permite ir escalando el sitio para ampliarlo y mejorarlo permanentemente, así mismo se pueden instalar aplicaciones que facilitan la interacción con los usuarios en tiempo real (ChatsBots, Whatsapp, Messenger etc.) o la instalación de formularios, herramientas que permiten nutrir una base de datos para posteriormente aprovechar es estrategias de marketing como campañas de email marketing o en combinación con estrategias de remarketing en redes sociales.
Cómo vemos las posibilidades para aprovechar un sitio web son muchas y se pueden adaptar a los objetivos que persiga cada empresa o marca, en contraparte en las rede sociales es necesario adaptarse a las prestaciones que cada plataforma ofrece.
En conclusión ¿vale la pena tener un sitio web?
Contar con un sitio web implica un costo, si, pero considero que es una inversión necesaria sobre todo si se tienen claros los objetivos de negocio y una estrategia flexible que se adapte al paso del tiempo y algo que en muchas ocasiones falta que es la paciencia. Una sitio web no solo es de utilidad para empresas y emprendedores también es clave para campañas e inclusive es clave para los influencers. Siempre será más inteligente invertir, tiempo, esfuerzo y dinero en algo que sea realmente propio que en algo que le pertenezca a terceros.